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Pioneros en calibración de equipos para medir la conductividad

Canagrosa obtuvo en 2006 la acreditación ENAC para la calibración de conductímetros de metales y patrones de conductividad. Hasta esa fecha, no existía en España un laboratorio acreditado para la realización de este tipo de servicio especializado.

La conductividad eléctrica es la capacidad de un material para permitir el flujo de corriente eléctrica a través de él. En los metales, es una de sus propiedades más destacadas y se basa en dos factores principales:
1.     Densidad de electrones libres disponibles para transportar la corriente eléctrica.
2.     Movilidad de los electrones bajo la influencia de un campo eléctrico.

La combinación de ambas es lo que confiere a los metales una conductividad eléctrica excepcionalmente alta. Conocer con precisión esta propiedad es fundamental en numerosas aplicaciones industriales, tecnológicas y de ingeniería, ya que puede verse afectada por múltiples factores. Por ejemplo, es un dato crítico en la evaluación de la calidad de un tratamiento térmico realizado a cualquier aleación metálica.

En la fabricación de aeronaves, todavía hoy se utilizan mayoritariamente aleaciones de aluminio, y esta propiedad, la conductividad eléctrica, sirve para poder caracterizar las aleaciones, así como determinar el estado metalúrgico de la aleación. Cuando el aluminio recibe un  tratamiento térmico, se ven alteradas sus características físicas. Puede aumentar su capacidad de tracción, su dureza y resistencia mecánica. También se reducen las tensiones internas y aumenta su ductilidad, lo que permite una mayor absorción de energía antes de la fractura. Y puede además mejorar la resistencia a la fatiga, o la capacidad para resistir el fallo estructural bajo cargas cíclicas repetidas, gracias a una mejor respuesta a la fatiga al aumentar su resistencia mecánica y reducción de una posible propagación de grietas.

Estas propiedades son determinantes en el desarrollo de piezas y/o conjuntos que forman parte de cualquier aeroestructura, ya que cada elemento de la aeronave está diseñado para aguantar cargas determinadas durante periodos de tiempo concretos, y en la mayoría de ocasiones, cíclicos. Así, en la industria aeronáutica, la correcta aplicación de un tratamiento térmico a piezas metálicas, debe garantizar la  resistencia a la tracción, la dureza y cómo no, la conductividad eléctrica del material.

La medición de la conductividad se realiza con equipos, calibrados con bloques patrón que a su vez están calibrados con certificados ENAC. Tanto el personal que realiza las mediciones, como el personal que calibra los equipos y los bloques patrón, deben estar certificados y cualificados para este trabajo. Y la calibración de los equipos y de los patrones de trabajo y secundarios, han de hacerse en laboratorios acreditados ENAC, los cuales pueden emitir certificados con dicha acreditación.

En Canagrosa entendemos el valor y eficiencia de los procesos para garantizar los plazos y la calidad de la producción, y por ello nuestro equipo trabaja desde 2006 en facilitar a nuestros clientes un servicio ágil y de excelencia técnica para disponer de sus conductímetros y patrones calibrados y acreditados por ENAC en perfectas condiciones para su uso cuando sea necesario.